Cinco hábitos alimenticios recomendados para niños
Comer bien, beber agua y hacer deporte son algunos hábitos que los niños deben aprender desde pequeños para llevar una vida saludable. No hay que esperar a que el niño tenga problemas de salud o sobrepeso para establecer unos buenos hábitos de vida.
Estas son algunas recomendaciones para enseñar buenos hábitos alimentarios a los niños.
1. Establecer rutinas y hábitos de alimentación.
Crear rutinas sanas de alimentación es una tarea que debe realizarse desde el nacimiento, pues los niños, a su temprana edad, desconocen el orden de las cosas, y por esta razón los adultos deben enseñarles a organizar su vida mediante horarios relacionados a rutinas, es decir, a través de actividades que se hacen de la misma manera diariamente.
Tenga en cuenta que la adopción de buenos hábitos alimenticios durante la infancia favorecerá su mantenimiento en la edad adulta, contribuyendo a la prevención de futuras enfermedades.
2. Invitarlos a probar diferentes alimentos.
La alimentación variada y balanceada se relaciona con el consumo de alimentos en cantidades adecuadas, de tal manera que garantice el aporte de nutrientes que el cuerpo del niño requiere para respaldar su correcto crecimiento y desarrollo.
Este equilibrio se refleja en la proporción diaria de carbohidratos, grasas y proteínas. Para ello debe incluir un aporte necesario de nutrientes, según las necesidades propias de la etapa de crecimiento y desarrollo que está viviendo el niño. Así que se debe tener en cuenta la importancia del consumo de alimentos beneficiosos para ellos como lo son los cereales, las frutas y las verduras, y brindárselos en las comidas de forma variada. Al igual que moderar el consumo de carnes y dulces.
Aunque los pequeños siempre tienen sus platos favoritos, es importante alentarlos (sin obligarlos) a probar alimentos diferentes. El gusto de los niños es flexible y poco a poco aceptarán los alimentos que al principio no eran de su agrado.
3. Promover el consumo de frutas, verduras y agua.
Entre los beneficios de estos alimentos se puede destacar que son sumamente ricos en vitaminas, minerales, agua, fibra natural y antioxidantes, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, sin mencionar que su contenido en grasas es muy bajo, de forma que su aporte calórico prácticamente es nulo dentro de una dieta saludable.
También ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares (entre ellas la diabetes y colesterol alto, que han sufrido un incremento en la población infantil en los últimos años), los trastornos digestivos y algunas enfermedades neurodegenerativas.
El 70 % del cuerpo humano es agua, imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Apostar por el agua como bebida familiar es una opción de salud.
Pero, ¿cómo hacer para que los niños consuman estos alimentos?, recuerde que los niños aprenden por imitación, por lo que han de practicar con el ejemplo. Si ellos ven que los padres disfrutan consumiendo estos alimentos y les explican sus beneficios e importancia para crecer, desarrollarse, sentirse mejor, etc. haciéndoles partícipes de las tareas de compra y sus preparaciones, puede que sea más fácil que los incluyan en sus comidas sin oponerse.
4. El deporte y la buena alimentación, un equipo saludable.
Una de las recomendaciones más importantes que puede enseñarle a sus niños es a alimentarse bien y mantenerse físicamente activos. Desarrollar estos hábitos los ayudará a ser saludables, tanto ahora como en el futuro, y podrán gozar de buena salud en su vida adulta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que todas las personas, incluidos los niños, deben realizar mínimo 30 minutos diarios de actividad física como caminar, bailar o jugar. Sin embargo, en la mayoría de los hogares esta regla no se cumple, hecho que aumenta el riesgo de que aparezcan enfermedades en el futuro.
5. Controle el consumo de golosinas, dulces, gaseosas.
Las golosinas y los dulces son los alimentos favoritos de los niños, pero el alto consumo de azúcar es muy perjudicial para la salud de los pequeños. Los niños menores de 5 años no deberían consumir demasiados dulces ya que son más propensos a desarrollar patologías asociadas a la ingesta de carbohidratos, que puede provocar problemas de salud como, caries, formación de placa bacteriana, sobrepeso, obesidad o diabetes.
Tres recomendaciones para controlar el consumo de dulces en los niños son:
- Después de comer alguna golosina se recomienda lavarse los dientes -no dejar pasar más de 30 minutos-, ya que a partir de ese momento se comienzan a reproducir las bacterias que pueden generar problemas bucales.
- Elegir dulces de poco tamaño para limitar el consumo. No es necesario eliminar los dulces por completo de la dieta infantil, pero sí es importante enseñarles que con pequeñas raciones es suficiente.
- Convertir a las frutas en el postre habitual, variando las formas de presentación o los platos que las incluyen, con el objetivo de evitar postres azucarados o dulces para terminar una comida.
Por último, en la infancia se aprende qué comer, cómo y cuándo, y como se mencionó anteriormente, los padres tienen la tarea de enseñar a los hijos a comer adecuadamente. Los hábitos que se transmiten a los pequeños los protegerán de las enfermedades relacionadas con la alimentación en la vida adulta, de ahí la importancia de seguir una buena alimentación desde la infancia.
Tomado de: www.eltiempo.com