Conectarte con tus emociones, reconocerlas, aceptarlas y buscar la mejor manera de expresarlas es una forma de que tengas bien-estar.

  • Estrés y ansiedad

    El estrés es la forma en la que el cuerpo responde a una tensión física o emocional, es decir, a algo que genere frustración, rabia o nerviosismo.

    En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, por ejemplo cuando ayuda a evitar el peligro o a cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés es algo habitual, puede dañar la salud.

  • Depresión

    La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esa manera de vez en cuando, durante períodos cortos.

    Pero se puede decir que hay una depresión clínica cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.

  • Manejo de relaciones

    Las relaciones sanas se construyen sobre la base de una buena comunicación, que se caracteriza por el respeto mutuo y la confianza. En una relación saludable ambos miembros de la pareja se sienten valorados y tenidos en cuenta, además, con espacios propios que el otro entiende y respeta. Esos espacios pueden ser físicos, emocionales y sexuales. También, es fundamental aceptar la necesidad del otro de pasar tiempo con otras personas o a solas. La dinámica de las relaciones saludables puede aplicarse a las parejas íntimas, a los amigos, a la familia y a los compañeros de trabajo.

  • Orientación sexual

    El manejo personal de la orientación sexual incluye el proceso de comprensión y aceptación de uno mismo y su identidad sexual. Es importante tener una actitud positiva y respetuosa hacia uno mismo y hacia los demás, independientemente de su orientación sexual. Es fundamental buscar apoyo y recursos si se necesita ayuda en este camino.

  • Déficit de atención del adulto

    El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental que comprende una combinación de problemas persistentes, como dificultad para prestar atención, hiperactividad y conducta impulsiva. El TDAH en los adultos puede llevar a tener relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo o en la academia, baja autoestima y otros problemas.

  • Gestión de las emociones

    La gestión de las emociones es un proceso importante para mantener un equilibrio emocional y mental saludable. Incluye la identificación, comprensión y regulación de las emociones para evitar que afecten negativamente la vida diaria. Las técnicas de relajación, meditación y terapia pueden ayudar a desarrollar habilidades de gestión de las emociones.