¿Cómo hablarles a los hijos de forma efectiva?
A la hora de hablarles a sus hijos le recomendamos:
Intente no cualificar a la niña
Se aplica para su hija mujer, por las cosas que hace. No le diga que no se suba al árbol, pues es de niños; tampoco, que no se ponga brava porque entonces parece un niño, o que no diga lo que siente porque las mujeres se deben comportar. Ser hombre o mujer va más allá de lo que cada quien haga. Todos tienen el mismo derecho a elegir.
Nunca lo defina
Deje que su niño comparta con usted sus emociones. Elimine de su vocabulario expresiones como 'eres un llorón', 'eres un malgeniado', 'eres un gritón' o 'eres un furioso'.
Procure no calificar
Si su hijo hombre llora, nunca le diga que es una nena, que los hombres no lloran, que sea varón o que se comporte. Los niños tienen tanto derecho como las niñas a la expresión de sus sentimientos y deseos. Llorar no los hace débiles; sencillamente, humanos, y el derecho a la expresión de las emociones no es exclusivo de las mujeres. Tampoco le diga que no juegue con las ollas porque la cocina es para las niñas. Las definiciones de lo que es hombre y mujer en la sociedad han cambiado radicalmente, y tanto unos como otros están en las mismas condiciones.
Hable de manera positiva
Es mejor decir que puede mejorar y enseñarle cómo, en vez de decirle que no es capaz. No le diga siempre que no, y más bien preséntele opciones. Prefiera frases como: 'todavía la bicicleta te queda grande', 'juega mejor en el triciclo' o 'mejor pinta en este papel blanco que en mi libreta de anotaciones'.
Siempre dígale la verdad de todo
Si cree que con decirle que todo está bien lo hace fuerte, está equivocado. La verdad hace fuertes a los seres humanos. Si él ha hecho algo mal, debe decirle qué hizo. De la misma manera, si ha hecho algo maravilloso, dígale que lo es.
Cuando le hable...
No se dirija a su hijo 'desde las alturas': usted de pie y él sentado. Agáchese hasta estar a su nivel o siéntense juntos. Cuando es bebé, háblele mientras lo lleva en brazos. Cuando crezca, siéntelo en sus piernas. El contacto físico es importante.
Jamás le hable mal de su pareja
Para los hijos, ambos padres son importantes y merecen su cariño. Si pone a su hijo en el medio, no sabrá qué hacer y creerá que debe traicionar a uno para merecer el cariño del otro. Los niños saben lo que ven, tienen sus propios juicios y cuando crecen construyen una visión de sus padres como personas y como esposos. Frases como 'es que tu papá...', 'es que tu mamá...' solo confunden a los niños.
Hable con amor
Si va a corregir a su hijo, no lo grite ni use groserías. Esto lastima su autoestima. Si está muy alterado, dígale a su hijo que en ese momento no van a hablar, que lo harán más tarde. Si está estresado, explíquele que va a descansar un rato antes de charlar. Cuando lo corrija, mírelo a los ojos y háblele con calma. No lo señale con el dedo, mejor tómelo de la mano.
Jamás generalice una acción
No puede definirse toda la personalidad de un niño por un solo hecho equivocado. Si el niño mintió, no le diga que es mentiroso, sino que dijo una mentira.
Diga exactamente lo que debe decir
No les dé rodeos a sus ideas. Si quiere que el pequeño recoja los juguetes, dígaselo. No se extienda en argumentos como: 'me parece que este cuarto está desordenado y tú no pones de tu parte en la casa', 'yo siempre hago todo, me toca todo sola y aquí nadie me presta atención', 'ahora sí me vas a hacer caso', 'es responsabilidad de todos la casa', 'yo no vivo sola', 'vas a recoger tus juguetes'.
Tomado de: www.eltiempo.com